Pablo en Tijuana

I’m tired,
So tired,
I’m tired of having sex.

El día después de que terminara la sequía me desperté con ganas de más, si, lo se, todos los batos buscamos lo mismo, pero esta vez era por otros motivos, ya estaba harto de toparme a morras con las que solo compartía fluidos corporales, necesitaba algo más, algo más personal, y la noche anterior lo había encontrado.

Se lo intenté decir unos días después, me encontré con que para ella había sido raro y confuso, por definición: algo que ya no volvería a pasar.

Y ahora solo quiero tener algo así de especial, algo como lo que en su momento tuve, no estoy muy interesado en menos. Nunca me había imaginado que uno pudiera necesitar y aborrecer el sexo al mismo tiempo.

So why can’t I be making love?

Miércoles de ceniza, alma quebradiza,
Ojos de inocente, corazón que miente,
Todo de repente se hace trizas...

El único día del año en que te das cuenta de estar en una universidad católica, me siento dejado fuera, no solo soy de los pocos a los que no les enbarran la frente, sino que hoy la capilla va a estar llena todo el día, si me quiero ir a dormir un rato me voy a tener que meter a la biblioteca.

Ayer una amiga me preguntó donde se podía dormir en la escuela, veamos, las cabinas de edición son perfectas para que nadie te moleste, nomás que el pinche vídriote te hace sentir en exhibición; la biblioteca está tranquila (y virtualmente vacía la mayoría del tiempo) y los sillones que tiene están acolchonados, pero es muuuy fria. El mejor lugar es la capilla, está en penumbra, tiene un sofá perfectamente reclinado y acolchonado, y nadie entra. Por algún motivo no me acordé de la capilla ayer, no lo tengo registrado como un lugar para dormir, solo me metí una vez ahí a llorar sin que me molestaran y unas cuantas veces a fajar (incluida la vez que nos descubrió el coro cuando entró a ensayar). Le diría a mi amiga de las capacidades hoteleras de la capilla, pero hoy es el único día del año que no se puede dormir ahí. Todo de repente se hace trizas.

Meu nome e Paulo

Ayer mientras grabábamos, la luz de las ventanas nos estaba dando en la madre, así que las cerramos. Justo en eso llega a regañarnos una de las monjas del albergue, una monja nacida en Las Azores que nos estaba regañando en portugués, yo ya tenía rato queriendo hablar con ella en a lingua nai, así que se perdona la mamonés de voltear y decirle

-So imos pechar as xanelas irmá. (o “solo vamos a cerrar las ventanas hermana” if you wan’t to be a bitch about it)

Dijo “ahh”, se dio la media vuelta y se fue, después de tres pasos se petrificó, de ahí se regresa con un “¿qué?”

Nos soltamos hablando todo el rato, en cuanto nos presentamos me dijo:

-NÂO, nâo e Pablo, o teu nome e Paulo, P-A-U-L-O.

Recuerdos de cuando niño en Feás el pueblo de mi madre, cuando Goreti me llamaba a la mesa de un: “¡¡¡Pauuuuuuuulinho!!!” me solía gritar. Y no, no es que las rucas de ese pueblo están espantosas, Feás signifíca henar, donde hay heno.

Ya llevaba años sin platicar con nadie en... bueno, no fue portugués, no fue gallego, no fue español. Llevaba años sin platicar con alguien en portuñol, me sentia como Ronaldo cuando trata de dar una entrevista en castellano, me queda mucho por practicar, muuuuuucho.

Tengo que luchar contra mis ansias homicidas, pero no puedo, está cabrón, no soy Ghandi. El miércoles pasado me di una vuelta por los laboratorios de Comunicación, necesitaba una lámpara, un compa y yo teníamos que grabar en interiores durante toda la semana, así que me urgía una de las lámparas de la escuela. Me fui con las manos más vacías que Bosé y con la frente más marchita que Gardel, me dijeron de una morra que la había sacado justo antes de mi, no solo eso, la sacó hasta el lunes, adiós calidad de iluminación; “¿y no tienen otra que me presten?” pregunté, la respuesta fue obviamente NO.

Pasó el día y eventualmente me encuentro a la morra, en algún momento ella tuvo un crush conmigo así que me le acerco todo cariñoso y buena onda...

-Hey, que onda morra, ¿como has estado? (esta persona a la que no le he hablado en fácilmente un año)
-eh... ¿uh?, ¿bien?
-¿en serio?, oye, me enteré por ahí de que sacaste una lámpara de los laboratorios.
-ahhh si, las saqué todas para usarlas el lunes.
-¡¿TODAS?!, ¡SACASTE TODO EL EQUIPO DE ILUMINACION DESDE EL MIERCOLES PARA USARLO EL LUNES!
-si, quería grabar el domingo, así que lo saque desde antes

Me fui, me fui pensando en que le dan de comer a las nuevas generaciones para que salgan tan brutos, finalmente conseguí una de las de uso exclusivo del programa de TV, la saqué de contrabando y pudimos hacer parte del trabajo. Hoy regresé para finalmente agarrar alguna de las lámparas, ya no me extrañó lo que venía... “pues vino esta muchacha y renovó el préstamo hasta el miércoles”.

Y en este momento la estoy viendo, ya no pienso en lámparas, ya no pienso en cuidar que no se generen sombras, ya no pienso en rebotar ni difuminar la luz, solo pienso en mis frías manos estrangulándola, solo pienso astillas de bambú debajo de sus uñas, y eso me hace sentir taaaaaaaan bien.

Un año para terminar la escuela e irme, en diciembre ya tendré un nuevo roommate, muy probablemente mi hermano. En poco menos de un año, en ese poco tiempo me iré de bares con mi carnalito por Malasaña, podré tomar el tren a Santiago en Chamartín, y comer castañas en el invierno, todo en menos de un año, ojalá un año pasara en un segundo.

Como el PRI no es lo suficientemente nido de ratas, han decidido que Hank Rohn sea el candidato para presidente municipal, y yo, como muchos localeños, aún no logro digerirlo. Sigo el ejemplo de Loret de Mola y pongo el nombre del señor candidato en Google, 446 resultados de lo mas variados, hay las acusaciones de tráfico de especies en peligro de extinción, las acusaciones de lavado de dinero, y por supuesto, las de asesinato. Mi favorita fue la que encontré en PBS, si, la televisión cultural gringa dijo:

“Jorge Hank is described by U.S. Embassy sources and high level Mexican government officials as "crazy."

Y de ahí nos vamos dando una idea de que pedo con el señor candidato, el que fue electo a base de un madrazo, un tal Roberto Madrazo, alguien a quien se le olvidó cuando a su padre le (literalmente) tumbaron el avión por disentir con el partido, y ahora el bato esta tan entusiasmado con la candidatura de su compa que a la toma de protesta del señor candidato mandó a Eduardo Bernal como su representante, el mismo Eduardo Bernal no hace ni un año que salió de la cárcel por malversación de fondos cuando era presidente municipal de sepa la verga donde, pero no nos sintamos mal por el, ahora le va mucho mejor, ya es delegado en el Consejo Nacional del PRI.

Mientras más pienso en esto más siento que estoy viendo Citizen Kane en Región 4, mi mejor amiga tiene miedo de que gane por la gente a la que le regala juguetes cada seis de enero y otros actos caritativos, (ya ven, si la cosa no es tan maniquea), pero claro que mi mejor amiga acaba de pasar el fin de semana en una fiesta donde la discusión giraba en torno a decidir quien había sido el mejor presidente en la historia de México, Salinas o Zedillo, increíble pero cierto, los extremos se tocan, el lumpen y los fresas parecen tener la misma falta de memoria histórica, que chingaos, no es que así sea México, es que así es el mundo. La única voz de razón vino de la madre de un amigo nacido en Ensenada “Hijo, tienes que cambiar tu lugar de residencia a Tijuana, pero ya, para que puedas votar en contra de ese cabrón.”

Hoy casi me quedo dormido, salí en chinga de la casa, ayer perdí mi disquette así que no tenía forma de traer mi tarea a la escuela, ni pedo, aún me falta hacer chingomil por ciento de los trabajos que debía de entregar a primera hora, trabajos que todo mi salón, o bien trajo, o bien ya los mandó desde ayer por e-mail -pinches overachievers- menos mal que no llegó mi maestro a la clase de siete, siete de la madrugada. Toda la Galia estaba mentando madres por haberse levantado en vano desde tan temprano, ¿toda la Galia?, ¡NO!, un pequeño e irreducible güevón resiste, y festeja que ahora tiene hasta el martes para entregarlo todo.
¡¡¡¡¡wooohooooo!!!!!

Estas semanas han sido de reencuentros, un domingo tocan a la puerta y es Amaranta, mi pequeña amiga hobbit que después de seis meses dejó (por un rato) el verano austral para venirse a titiritar un rato a Tijuana. Llegó con acento raro, casi indefinible, una mezcla de tijuanense, chilango y sudáca, que en distintas proporciones suena desconcertantemente bien. Llegó también con mi matera del Peñarol, toda en amarillo y negro, con el escudo debajo de un balón que dice en letras grandes “SOY MANYA” (pronúnciese: soy manshia, pero como aspirando un poco la “i”). Aparentemente las materas nuevas tienen que curarse, llenarlas con mate usado y dejarlas tres días, yo la dejé tres semanas, si alguien necesita penicilina, escríbame, tengo una matera llena.

Ayer volví a ver a otro amigo, la ultima vez caminábamos por el Zócalo un 16 de septiembre comprando fayuca, esta vez fue acá en Tijuana, llegó cuando estaba viendo a Leibniz. No me enteré hasta la salida, todo propio, me esperé hasta terminar la clase para revisar el teléfono, una llamada y dos mensajes perdidos, de la misma persona, el único día que dejo el teléfono dentro de la mochila y es el día que mi Jedi Master viene de visita. Me fui en chinga hasta el restaurante chino donde ya habían acabado de comer, tenía mucho rato sin platicar a gusto, había mucho de que hablar, y en una hora se habló de poco, solo dio tiempo de esperar el partido de México, después de la putiza que le metimos a los gringos el juego contra Costa Rica valió madre, un penal como gol de oro completamente desvirtuó el partido, al punto de que lo mejor fue la película de los Hnos. Almada que pasaron después, valio la pena ver a Lucha Villa de villana pegarle a su hijo al son de “Pa’ que aprendan a respetar a su madre estos hijos de perra”, en ese momento supe que tenía que cambiar mi nick en el msn.

La noche acabó como todas las noches de los que regresan a Playas de Tijuana, yendo a comer tacos al Francés, es algo de toda la gente que ha vivido en playas, cuando regresas vas a los tacos y al día siguiente todo el pinche barrio sabe que estás aquí. Así funciona Playas, mi barrio, donde por lo menos tengo a mis compas, a los que viven lejos y vienen a hacerme olvidar la mochería clase mediera del suburbio en el que vivo.